hay algo malo en mi, además de la melancolÍa

lunes, 27 de septiembre de 2010

hay una emorragia interna que no me deja funcionar

Demasiado es el tiempo que aniquilo, para darme lugar a tantos pensamientos. Hace exactamente 1 minuto y segundos que me dí cuenta que no puedo comunicarme. Que me incomoda la gente porque tengo miedo a no verbalizar, a quedarme callada, a no saber que decir. Siempre tuve miedo a no saber que decir.
Y la única estúpida y reconfortante manera frágil que encuentro de poder comunicarme es sólo a través de la palabra escrita, porque los medios orales nunca fueron conmigo. Quiero ser más cobarde para no enfrentar las circunstancias cara a cara, porque siempre suelo quedarme callada, se me anuda la garganta, mi mente se achica a menos cero píxeles y no modulo porque no hay nada adentro. O al menos no en esos momentos. Todo desaparece, oblicuamente se dispersa en algún rincón de mi alma y lo que no puedo decir juega a las escondidas conmigo. Sentada en el tren observo centenares de ojos que tampoco saben que decir, pero el mounstruo de sus vidas comunica grotezcamente a través de sus pupilas. A través de una pupila se puede descifrar cuantas cosas se han perdido por no haber aprendido a comunicarse.

y es así como descubro a mis 18 años de edad, y luego de 3 exasperantes años de un secundario orientado a esa materia , lo importante de la comunicación y sus formas estrujantes de esencialidad.

martes, 7 de septiembre de 2010

somos sólo un percance de alguien que decidió vivir en sus límites ,para llevarlos hasta el fin,,..

domingo, 5 de septiembre de 2010

cielo invertido::

Anoche me pasó algo extraño, que me dejó pensando por horas, acrecentando aún más mi insoportable insonmio. Hacía muchos meses que no escribía, no porque no sintiera el impulso ni las ganas de hacerlo sino porque después de incómodos y dolorosos episodios había caído en una especie de perdida de atracción. Mis sensaciones y percepciones habían elegido escapar de mi cuerpo y de mi mente, y de forma amable,
para evitar rajarme aún más la casi deteriorada carne. Las cosas pasaban por encima, adelante y atrás mío, y aunque pudiera reconocerlas, no generaban ni un pensamiento
en mi. Mi mente se bloqueaba, me era imposible poder entender aquellos sucesos, separarlos o relacionarlos entre sí, no había manera. Y aunque es lógico
pensar que tal forma de escape puede tomarse como una salvación y no como un mal trecho,yo sentía adentro mio, a pesar de esta disociación, que algo estaba
a punto de estallar. Que tanta calma estaba seguida, en el fínal del río, por una ola arrasadora y desvastante, y que no sólo eso: se escapaba por otros surcos,
en forma de impaciencia y ansiedad que me consumía pavorosamente.
Y anoche luego de escribir, lloré, al fín. Lloré como hacía tiempo no lloraba, lloré mientras me mordía los brazos y sentí el mounstruo gemir diciendome que lo perdone.
Lloré también por no poder encontrar el equilibrio, por privarme de tantas cosas, por no darle el paso a ese extraño ángel y hacer que con su vida, renazca la mía. Por mi revolucionaria inseguridad que me hace perder lo que todavía no he podido encontrar, ese abrazo impaciente en algún rincón de esa pieza estrujada por colillas
de cigarrillos y neuróticos amores. Lloré y sentí renguear mi espiritu.
mientras de aquél lado..
Pastillas, dice mi psiquiatra en aquel consultorio número doce. Pastillas,pastillas pastillas. ¿y este dolor concreto quién me lo arranca del pecho?.

sábado, 4 de septiembre de 2010

desmesurado y en paRtes

No creo que lo haya perdido todo. O tal vez quisiera no creerlo de ese modo tan frívolo. Creo que mi vida ha dado un vuelco importante en
estos últimos meses, pero que así y todo sigue tan inmóvil y paraplejica que siempre. No salgo adelante, no puedo avanzar. Estoy sentada en mi habitación abrazandome a aquellas cosas buenas a las que deseo acercarme, pero se alejan. Se alejan y no me permiten reecontrarme.
A medida que escribo puedo percibir la confusión de mi alma, entiendo a mi montón de ideas desordenadas que buscan unirse através de la palabra, pero que inexorablemente, nunca llegan a destino. No entiendo bien que quiero explicar, pero el clarisimo dolor que me hace hacerlo, recuerda lo llenas de polvo que están mis manos. Llevan surcos del destino, que con miedo temo no poder aliviar.
Pienso con extrena frecuencia cuan cíclico es el lugar en donde estoy sumergida, en dónde me ahogué tantas veces pero siempre huvo un irrisorio aire que me retornaba nuevamente a mi soledad. Hay algo extraño que aún me mantiene algo cuerda. Hay alguien , no importa si sea real o imaginario, pero algo, alguna presencia que no desea verme caer. De este modo podría explicar mis sucesivas restrospecciones hirientes y permitirme así darle un color de fé, entre tanta amargura. Pero no sería humano. No es humano el hecho de enterrar algo que existe y de modo invisible, lastima sin nungún tipo de perdón. Me deja desnuda, así me siento, desnuda. Siento
como cada parte de mi cuerpo se desploma bruscamente de mi y se posa en algún punto del aire. Puedo verlo, ver mis recuerdos, mis sentimientos, mis dolores,
mis piedras truncosas, puedo ver como las cosas se rompen de modo instantaneo en mis manos, como hago polvo los pocos restos que siempre quedan. ¿podría echarle la culpa a alguien? ¿ o es que yo no soy lo suficientemente fuerte para poder atravesar lo que la vida me pone enfrente? , ante tal signo de debilidad podría dejarlo todo aquí y fingir que estoy recuperada, podría decir que duermo bien y que ya ningún miedo me atormenta. O bien podría exponer los sentimientos a pura piel y dejar que el dolor me termine de limpiar. Pero el hecho de poder redimirlo es erróneo, mi corazón se volvió destructivo y pateticamente apático.

un suplicio de caLma

Y quizás pueda contemplar en mis hijos aquellas cosas que la
vida no me dejó disfrutar, y quizás sienta nuevamente mi alma viéndoles jugar y reír
sin importar que hay detrás de aquella reja , sólo resta esperar para volver a
sentir la inocencia, y saber lo mucho que vale en los años de un niño, debemos
aprender a cuidarlos , entender sus juegos, porque cada gesto intenta comunicar
millones de cosas, y nuestro trabajo es saber descifrar aquellos mensajes que
ellos nos envían a través del más hermoso amor,,