una en cada cama, imaginando ideas de destinos,, prometiendo no dejarnos, más allá de lo de afuera,
nadie dará el brazo a torcer, nadie arreglará nada, y vos sabés cuanto yo te necesito, cuando necesito que me ayudes a sanar,,,
allá no hay nada por lo que valga la pena seguir, y apuesto a la prudencia de mis pies para que un día cansados, decidan frenarse en el brillo más filoso,,
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