pura materiaa,,

nada más abyecto que el estridente sonido de un adiós a medio tiempo, con frecuencia pienso en la lenta muerte de todos esos montones
de cerebros,enfilados hacia aquel punto situado solo en el olvido,,
somos frutos de un árbol suicída, raizes que se desprenden del suelo, sin la sucia posibilidad de volver a reintegrarse, con la tierra seca
en nuestros tobillos caminamos erguidos hacia el frío cementerio,, siempre es de noche y hace dias que no llueve,
y el aire burbujea rendimientos en sus espesas ondas, los pájaros no han salido hoy, y allá los vemos, ahogados en un fébril lago ,conducidos por un débil destino,,
los duelos se han ido elevando, llegamos al pico del caos, los ojos son como dos espejos, se han apagado los sonidos,,
estoy sentada en una piedra , oigo el mar y es primavera, lo sé por los sentidos, por que las hojas hoy no han florecido, nisiquiera el sol
ha caído vencido sobre mi ventana,, una sombra me persigue hasta doblar en la esquina, tengo miedo de perderme en la ciudad, me acomodo el cabello,
siento pasos y presencias,, algo cae sobre mi cabeza, perfumada y ataraxiada de emociones, no percibo los estímulos,,
me oculto entre las nubes, y en la cruza con la luna,caigo firme desde aquel puente de manubrios óxidados.
es el odio que fermenta el desprecio y la autoresignación.