desaparecieron los cuerpos a mi alrededor

caminando sobre alberdi, acelero la velocidad, tengo miedo, miedo a caminar,
ese miedo inoportuno qe llega cuando uno menos lo espera,
como esa sombra acercandose por el parque, en una tibia desonra de mariposas heladas
firmes sobre el cable del telefono
tiesas en el silvido de un muerto.
los dias escolares solo sirvieron para traerme confuciones y cruzar barreras en bajo
dejando soles desangrandose, pintando el cielo de rojo en un tibio aroma de verano,
en un fria estrofa de sábado consumiendo mis nudillos,
dilatando las uñas de los pies; malgastando mi presente, para luego hacer humo mi futuro.