no tengo ganas de que me vengas con reclamos ni boletas vencidas.
aprendo a amigarme con mi interior, y no qiero qe vos estes en el proceso..
luego es como si te asimilaran mis pocas neuronas
pero salis tan rapido de mis poros qe no qeda más que arrugas del tiempo, solo vejéz del momento
y unas pocas hojas en donde siempre recaen cuestiones sin remedio
sos sintético, sos repulsivo.
La agonía puede matar,o puede sustentar la vida pero la paz es siempre horrible.La paz es la peor cosa: caminando,hablando,sonriendo..pareciendo ser.
hay algo malo en mi, además de la melancolÍa
lunes, 19 de enero de 2009
miércoles, 14 de enero de 2009
Mentira tras mentira acabas por volverte irreal
tenia tan solo 16 años, esa edad en donde todo se resume en preguntas sin respuestas, en utopicos sueños de television y en indecifrados pero certeros enamoramientos.
Angie Vivia con sus padres en una cabaña algo vieja, ubicada al oeste de texas.
Era fanática de la fotografía,y hacia algunos meses había comenzado un peqeño curso al qe concurria todos los viernes, con una impecable sonrisa,
y su reluciente sansung qe colgaba y hacia peso sobre su cuello.
El sol se coló por las mirillas de su persiana anunciando un nuevo día, era viernes, y 8:30 debia estar en el instiituto "parish robertson" para
sus amadas explicaciones ópticas.
Se vistió , tomó una manzana de la canasta y partió.
Hacía demasiado calor, la primavera se había posado sobre cada calle, sobre cada techo, sobre cada petalo de rosa, y habia inundado en matizes la sombria ciudad.
Algo sofocada, Angie, decidió tomar un descanso al costado de la autopista mientras bebía su botella de agua mineral qe llevaba siempre en su mochila.
De repente,y sin tiempo para ningún tipo de reflejos, apareció él.
Tenia la voz algo cálida, y unos enormes ojos aterciopeelados en donde podían mezclarse millones de sentimientos.
"buenos dias", le dijo.
"buenos dias" contestó ella mientras intentaba secarse con su blusa su propia transpiración qe le mojaba las manos y la ahogaba.
Casi sin pensarlo, al cabo de un par de minutos, y luego de una profunda conversación, Angie se encontraba caminando por la plaza con él.
Habia desaparecido de su memoria el curso de fotografía y todo lo qe lo rodeaba, solo escuchaba el hablar de ese hombre qe por
momentos la dejaba paraplejica, inmovil ante su boca qe intentaba decir.
Esa tarde habia sido demasiado agradable, y así lo fue durante algunos meses.
Cada viernes era un nuevo reencuentro, un nuevo dia en donde el sol tapaba cualqier nube.
Angie comenzaba a sentirse plenamente confortable, sentia qe nada malo podria ocurrirle si George permanecia a su lado.
Él, con sus salidas, sus palabras al oído, sus rosas y sus cartas y poemas mantenia latente su carisma qe iva enredando a Angie entre los cordones de sus zapatillas.
Fué un mismo viernes cuando George le propuso a Angie una salida sorpresa, él la invitaria a un lugar fantastico, pero la consigna era el silencioso secreto de lo sorpresivo. La mezcla de entusiasmo y curiosidad de Angie la llevaron a aceptar tal propuesta.
El camino en auto fué en absoluto silencio. George permanecia abstracto , con la mirada perdida en la ruta.
Al llegar, Angie pudo observar un enorme bosque verde qe la dejó anonadada.
George la condujo hacia una casa algo abandonada pero atractiva, salvo por un detalle q desde un primer momento despertó la atención de Angie:
las ventanas se encontraban tapadas con cartones y bolsas de consorsio. Sin embargo, no fué algo qe detuviera las ganas de Angie ante la tal esperada sorpresa.
Entraron, subieron las escaleras (Angie se encontraba emosionadisima y apretaba fuerte la mano de su amado compañero), pero sus sentidos
se despertaron al enfrentarse con una situacion ateradora; decenas de mujeres se encontraba postradas en unos enormes colchones,
tenian los ojos inchados y marcas visibles en su piel. Tomaron a angie de ambas manos,la desvistieron y la emppujaron hacia esa muchedumbre de mujeres, y dolor.
"que es esto George? ¿que diablos me estás haciendo?" repetia Angie mientras se ahogaba con sus interminables lagrimas. George jamás contestó.
Ya era demasiado tarde para preguntas y Angie comenzaba a convertirse en marioneta de un mercado negro en el cual muy pocas mujeres salian.
La red de prostitución iva acabando de a poco con su vida, cada hora recaia sobre ella como un puño, y por momentos la dejaba inconciente , sin saber
porqe a ella.
La luz del sol dejó de irradiar sobre su joven rostro y se sentia devilitada y sin ganas de absolutamente nada.
Un conocido virus habia invadido su frágil cuerpo, y tomado el control de casi todos sus organos, y un casero estudio habia dadocomo respuesta h.i.v + .
"Ya no me sirves", le dijo George. Apretó bien las muelas y sacando una 32 de su bolsillo gatilló su cabeza tantas veces como pudo,
hasta qe su camisa se vió impregnada en sangre de la dulce ANgie.
Arrastró su cuerpo por el corredor y la introduzco debajo de un viejo tronco cubierto de verdín, en ese interminable bosque en donde Angie comenzaba a crear
su soñada e irrealizable historia de amor.
( jajaja,por esta garcha gané el premio de literatura:P )
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